Desde casi el mismo momento en que se produjeron los ataques del 11 de Septiembre de 2001 empezaron a aparecer las teorías más viariopintas sobre los atentados. El que el gobierno de George Bush utilizara estos atentados mezclados con flagrantes mentiras para justificar las invasiones de Afganistán e Irak no ayudó precisamente a dar credibilidad a las investigaciones oficiales. Sin embargo, que el gobierno americano aprovechara estos ataques para sus propios intereses no significa que fuera responsable de éstos.
El principal problema que tienen los "conspiranoicos" es su falta de coherencia y, en muchos casos, su falta de escrúpulos a la hora de falsear o inventarse datos, o simplemente, ignorar los conceptos más elementales de la lógica. Uno de los primeros bulos que corrieron sobre el asunto decía que 4000 trabajadores judíos del World Trade Center (WTC) fueron avisados de que no fueran a trabajar ese día. Eso era una prueba indiscutible de que Israel estaba implicado en los ataques. Sin embargo, esa información era absolutamente falsa: murieron unos 400 judíos en el ataque.
El principal problema que tienen los "conspiranoicos" es su falta de coherencia y, en muchos casos, su falta de escrúpulos a la hora de falsear o inventarse datos, o simplemente, ignorar los conceptos más elementales de la lógica. Uno de los primeros bulos que corrieron sobre el asunto decía que 4000 trabajadores judíos del World Trade Center (WTC) fueron avisados de que no fueran a trabajar ese día. Eso era una prueba indiscutible de que Israel estaba implicado en los ataques. Sin embargo, esa información era absolutamente falsa: murieron unos 400 judíos en el ataque.